3 de febrero de 1815

Mi nombre es Alice Barryless, cronista de Dreammy Hollow, la ciudad maldita de la que nadie puede salir. Hoy hace justo un año desde que el primer infeliz que trató de cruzar los límites de Dreammy Hollow fue tragado por la tierra. Literalmente, y poco a poco. No se pudo hacer mucho por evitarlo. Otros lo intentaron después, pero pronto los amagos de fuga cesaron. Después de todo en este lugar tenemos instinto de supervivencia, aunque no sepamos hasta cuándo nos durará. Aquel evento fue el primero de muchos. El principio del fin al que parece que estamos abocados.

Recientemente el alcalde, el señor Ghostson, me ha encomendado la misión de registrar los extraños eventos que, en realidad, ya forman parte de la normalidad de la aldea. El cronista anterior desapareció hace dos noches. Todo el mundo sabe que desde hace un año no es seguro salir a partir del ocaso. Pero él salió. Como era de esperar, y por desgracia, no se ha vuelto a saber nada de él.

Hoy he recogido el espeluznante acontecimiento que ensombrece las tierras Jack Moore, ganadero. El señor Moore detectó hace pocos días, el 31 de enero, que algo estaba mal en sus animales. Sus vacas tenían los ojos inyectados en sangre, completamente rojos y mostraban un comportamiento violento entre ellas y con los que estaban al otro lado de la valla. Además, si no lo suficiente como para destrozar la cerca, pareciera que tenían más fuerza y los músculos más marcados. Con el paso de las horas, volvieron completamente a la normalidad. Al día siguiente, sin embargo, pasó lo mismo. Y no solo a las vacas. Jimmy, el pequeño de los Moore, se metió en el recinto del ganado para coger unas bayas. A los pocos segundos de ingerirlas, sus ojos se volvieron rojos y empezó a comportarse con violencia, llegando a embestir incluso a los animales. Cuando volvió a la normalidad sus padres lo sacaron de allí y el señor Moore llegó a una conclusión: las plantas de aquel redil estaban malditas. Cuando alguien las comía, humano o vacuno, pasaba a estar maldito durante un par de horas.

El señor Moore ha trasladado a sus animales a la parcela de uno de sus vecinos. No obstante, ¿será este acontecimiento algo aislado? ¿O estamos ante una posible plaga que puede extenderse por toda la aldea?

Mi predecesor dejó una nota en su habitación antes de desaparecer. En ella decía «Los Brujos pretenden absorber cada gota de energía de esta tierra y de todas las almas que la habitan». ¿A quién se referiría? ¿Será cierto que hay alguien con nombre y apellidos detrás de estos hechos?

Alice Barryless

Cronista de DH.

Cartel del relato de las vacas con un humor de perros.